LOS
FERROCARRILES EN LA ARGENTINA
PARTE IV |
Por Juan Carlos Cena * MONAREFA
28 de junio del 2017
EL TRANSPORTE EN TIEMPOS MACRISTAS
En 1860 al asumir Santiago Derqui manifestó: “Ningún gobierno podrá desvincular su acción creadora y progresista, a las iniciativas correspondientes a las comunicaciones y al transporte, sobre todo en lo que a obras de carácter ferroviario se refiere. El ferrocarril eliminará las distancias, fecundará la pampa yerma y alfabetizará a las masas. Todo el dinero invertido hoy por el gobierno en construir vías férreas, será devuelto con creces en el porvenir por ellas mismas y los sacrificios por hondos y grandes que sean, serán compensados mañana cuando seamos una patria grande y progresista”.
GOBIERNO NACIONAL SIN PROYECTO SOBRE
EL SISTEMA NACIONAL DE TRANSPORTE
El gobierno Nacional administrado por el PRO-CAMBIEMOS no hace honor a su nombre. No tiene ni tan siquiera un esbozo de un proyecto sobre la organización del sistema nacional de transporte. Nosotros los ferroviarios hemos dicho reiteradamente que: Una empresa puede desenvolver su accionar con buenos o malos objetivos, pero nunca sin ningún objetivo. De igual manera para la Nación.
VEAMOS ALGUNAS BREVES CONSIDERACIONES
Siempre es necesario apelar a la historia, es decir a la memoria cuando nos referimos a cuestiones sociales, políticas, económicas, filosóficas, entre otras cuestiones a tratar. Es dable destacar que los pueblos que no tienen memoria, se opacan, mueren. Siempre, los factores de poder nos quieren hacer vivir en un estado de presente perpetuo, sin pasado ni futuro.
Por eso, para analizar la verdadera naturaleza de los procesos históricos, estos deben ser tomados en determinadas etapas para examinarlos dentro de qué contexto histórico ocurre, es el momento en que aparecen los sucesos, como la destrucción de los ferrocarriles.
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No hay hechos separados en los procesos, este tipo de acontecimientos no son aislados sino que estallan en un momento histórico, político, social y económico determinado. Todos los casos, como la destrucción de los ferrocarriles, la flota fluvial, la flota mercante, Aerolíneas Argentinas, la desindustrialización nacional fueron inducidos por los factores de poder que dominan el aparato del Estado.
Generalmente, cuando se comienza a analizar estos procesos, los analistas se olvidan de que antes de cada acontecimiento, éste es precedido de una campaña donde se instalan las ideas de los factores de poder a través de los medios de comunicación y la de sus voceros, en este caso como Verrier, vocero del Ministerio de Economía y los periodistas: Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, entre otros.
Luego comienza la acción anunciada en la propaganda aunque esta sea una falacia, mentira o, engaños que perjudican, en este caso, a la Nación. Miente, miente, que algo quedará decía Goobels. Así ocurrió con nuestros Bienes Nacionales
ALGUNAS REFERENCIAS HISTORICAS
Mariano Fragueiro sostenía en 1850 que: ”las vías públicas, los ferrocarriles, las comunicaciones marítimas, los bancos y otras empresas deben estar al amparo de los soberanos y deben su realización al crédito público, más no es esto bastante, se necesita aún que esas operaciones sean exclusivamente de los gobiernos”... "Porque si un gobierno tratara de comprar un puente, un muelle, un ferrocarril que diera buena renta, ninguna objeción se haría al empleo de un capital nacional. Más no se trata de comprar obras públicas construidas. Se trata de construirlas¨.
Repetía con insistencia que ninguna vía navegable, ningún camino, ni siquiera un sendero podría ser concesionado a cualquier oferente privado, sea extranjero o nacional. Que el Estado era el único concesionario de todos los caminos y rutas navegables.
Se oponía al libre tránsito por nuestros caminos o ríos, de cualquiera, con fines lucrativos, sólo el Estado tenía ese derecho soberano. Es decir, la de ejercer la soberanía territorial.
Proponía un modelo de desarrollo totalmente contrario a los intereses extranjeros, sostenido por el Puerto de Buenos Aires a través de la Aduana y el Puerto
Por otro lado, el Articulo 40 de la Constitución de 1949 reafirmaba lo dicho por Mariano Fragueiro.
El Artículo 40:
“…Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto, que se convendrá con las provincias. Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se hallaren en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine. El precio por la expropiación de empresas concesionarias de servicios públicos será el del costo de origen de los bienes afectados a la explotación, menos las sumas que se hubieren amortizado durante el lapso cumplido desde el otorgamiento de la concesión, y los excedentes sobre una ganancia razonable, que serán considerados también como reintegración del capital invertido”.
Desde el otro lado de la orilla, en Uruguay, José Gervasio Artigas señalaba, cuando le hablaba a los orientales, en otro tiempo y circunstancias, que hoy son oportunas y válidas, por eso por su vigencia las recordamos: No venderé el rico patrimonio oriental al vil precio de la necesidad.
ALGUNAS CONSIDERACIONES BREVES
Para poder entender aproximadamente la problemática del transporte debemos hacer algunas breves reflexiones, para luego introducirnos de lleno en el complejo problema de la complementariedad del transporte en forma integral.
El transporte interviene, reiteradamente, en la producción y comercialización de bienes. La mercancía o cualquier producto manufacturado toman valor, recién, cuando interviene el transporte. Por eso el precio y la calidad de los servicios del mismo afectan intensamente la perfomance de todo el sistema económico. Esta conceptualización es liminar, tenida muy en cuenta por los países capitalistas desarrollados.
Para tener una idea cuantitativa de la importancia económica del Sector Transporte es ilustrativo mencionar que el mismo genera más del 9% del PBI y, en él, se efectiviza un 11% de la Inversión Bruta Interna.
Es de tener en cuenta que esta ponderación es doblemente parcial, por cuanto se considera sólo el aspecto económico del transporte y, porque en dicho encomio, se contemplan sólo los efectos directos, al pasar por alto el hecho que toda actividad económica tiene su correlato en la presencia y existencia del transporte.
Por eso el transporte debe aportar irremplazables soluciones a los problemas de integración del espacio territorial y de la Defensa Nacional, cumpliendo trascendentes funciones en la ecuación económica-financiera. Allí, en esa, su directa injerencia en la economía global, donde el transporte adquiere capital importancia que debe calificarse, sin duda alguna, como trascendente. El sistema de transporte constituye un aspecto clave de la vida nacional, ya no existe ninguna actividad que no requiera de una forma u otra de este servicio.
* Juan Carlos Cena especialista en transporte ferroviario. Autor del libro El Ferrocidio y Ferrocarriles Argentinos Destrucción Recuperación, entre otros. Ex Secretario General de APDFA Organismo Central. Miembro fundador del MONAREFA.
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